La Importancia de los Diezmos y Ofrendas

Escrito el 06/09/2024


Devocional: La Importancia de los Diezmos y Ofrendas

Los diezmos y ofrendas son prácticas fundamentales en la vida del creyente, que reflejan nuestra gratitud y confianza en Dios. A través de ellas, no solo honramos a nuestro Creador, sino que también participamos en su obra en el mundo.

1. Reconocimiento de la provisión divina

Cuando diezmamos, estamos reconociendo que todo lo que poseemos es un regalo de Dios. En Malaquías 3:10 se nos invita a traer los diezmos a la alfolí, y promete que Dios abrirá las ventanas del cielo. Este acto de fe nos recuerda que Dios es nuestro proveedor en cada aspecto de nuestra vida.

2. Cultivando una actitud generosa

Las ofrendas, por otro lado, son una expresión de generosidad. En 2 Corintios 9:7 se menciona que cada uno debe dar conforme a lo que haya decidido en su corazón, no de manera reluctantemente o por obligación. Esto nos enseña a ser generosos y a dar de buena gana, reflejando así el corazón bondadoso de Dios.

3. Sostenimiento del ministerio y la comunidad

Los diezmos y ofrendas son cruciales para el funcionamiento de las iglesias y el avance del ministerio. Permiten que la comunidad de fe se mantenga y crezca, apoyando obras de caridad, evangelismo y misiones. Al participar en este acto, nos unimos a lo que Dios está haciendo en el mundo y apoyamos a quienes trabajan para su causa.

4. Experiencia de bendición personal

Finalmente, dar de nuestros recursos no solo beneficia a la iglesia y a otros, sino que también nos trae bendición. Lucas 6:38 dice que al dar, se nos dará; una buena medida, apretada, remesida y rebosante. Al ofrecer nuestros diezmos y ofrendas, estamos abriendo la puerta para recibir las bendiciones de Dios en nuestras propias vidas.

Oración

Señor, te agradezco por todas las bendiciones que has derramado sobre mí. Ayúdame a ser fiel en mis diezmos y ofrendas, reconociendo tu provisión y apoyando tu obra. Que mi corazón esté siempre dispuesto a dar y reflejar tu generosidad. Amén.

Recordemos que nuestras contribuciones son más que un simple acto financiero; son una declaración de fe y amor hacia Dios y hacia los demás. Meditemos en la importancia de estos actos y busquemos siempre ser guiados por el Espíritu en nuestras decisiones de dar.